El nepotismo de un médico y su hija dilapidó 7,2 millones de euros de la sanidad valenciana

EL PLURAL: Caso de nepotismo de manual el que Compromís denuncia haber destapado en la provincia de Alicante. El que fuera jefe de Neurorradiología del hospital General de la provincia, el doctor Vázquez, derivó intervenciones, muchas de ellas, innecesarias, al centro privado Medimar y que luego se facturaban a la empresa de su hija por un total de 7,2 millones de euros.


Según ha explicado la formación valenciana a través de su diputada den Les Corts, Marian Campello, las derivaciones del hospital público a centro privado se produjeron dentro del plan de choque sanitario para reducir las listas de espera y se estuvieron llevando a cabo entre los años 2006 y 2013 a hasta 86 pacientes en 1.246 intervenciones, un periodo de tiempo muy amplio en el que “encontraron el agujero por donde hacerlo” mientras “alguien de la administración dejó que esto pasara”, explica Campello a El Plural.

Las facturas por las operaciones eran cargadas a la administración valenciana no desde el centro Medimar sino desde la empresa Dagda Platinum S.L., de la cual era apoderada la hija del doctor Vázquez. Para más inri, el administrador único de esta empresa era Alberto Serrano, que fue director general de la Feria de Alicante (IFA) entre 1996 y 1999.

“Vázquez atendía a sus pacientes en el Hospital General de Alicante y les derivaba al Hospital Medimar dónde él mismo les operaba. Posteriormente se facturaban las operaciones a la Conselleria a través de la empresa de la que su hija era apoderada y que tenía como administrador único a un ex Director General de IFA, el señor Serrano. Toda una presunta trama orquestada para expoliar los recursos públicos sanitarios”, explicó Campello en rueda de prensa.

Sin concurso ni control

Además de no haber control de esta derivación de operaciones por parte de la Administración valenciana, esto muestra que la decisión de derivar operaciones a la clínica privada se decidía una a una y no hubo ningún tipo de concurso o similar. “Si el angiógrafo del hospital de Alicante no funcionaba podían haber llegado a una concesión, tenían que haber convocado un concurso” explica Campello.

Pero la despreocupación fue tal que desde la clínica Medimar han indicado a Compromís que ellos no sabían nada ni tienen ninguna responsabilidad, ya que “simplemente le alquilaban el espacio” al doctor Vázquez para operar.

Esta falta de responsabilidad es desmentida tajantemente por la diputada alicantina, señalando que el caso fue destapado gracias a una de las pacientes afectadas cuando fue a pedir las imágenes de sus pruebas y el centro privado alegó que no las tenía porque había borrado, por falta de espacio, en el disco duro donde se almacenaban.

“Es muy llamativo”, señaló Campello, detallando que la malformación detectada posteriormente a la paciente no media un centímetro, como le había indicado su médico, sino 5,4. “Esto deja muchas dudas sobre el tipo de tratamiento que estaba haciendo este señor y si lo estaba haciendo, porque no hay constancia de las imágenes”, ha continuado.

Sin permiso para trabajar en la privada

Según la investigación llevada a cabo por Compromis, el caso del doctor Vázquez es aún más llamativo. “Estaba muy bien relacionado”, reconoce Campello, ya que consiguió operar en esta clínica privada mientras carecía de la pertinente convalidación, logrando así esquivar a los mecanismos de control.

En 2012, se le abrió un expediente disciplinario, por el que se le inhabilitó para trabajar en la sanidad pública y tuvo que emigrar. “No es por una cuestión de mala praxis”, insistió Marian Campello, especificando que se le denunció en al menos dos ocasiones por mala praxis, pero ambas fueron sobreseídas.

Por todo esto, Compromís ya ha pedido a la Fiscalía que investigue el caso y que propondrá una Proposición No de Ley para instar un nuevo protocolo que establezca una comisión de seguimiento sobre los casos derivados a la sanidad privada.