"Hay que mantener la memoria de lo sucedido"

Cadena SER: El rey Felipe VI, acompañado de la Reina Letizia, han presidido este jueves en la Plaza de la Armería del Palacio Real el segundo homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus, que, en esta edición, ha servido para rendir especial tributo a los profesionales de la sanidad, concretamente a los que han fallecido por la pandemia, así como a las personas mayores, las 'pioneras' de la vacunación.


El acto, organizado por Moncloa, ha guardado muchas similitudes con el primer homenaje que tuvo lugar en el mismo lugar el año pasado, en recuerdo y duelo por todas las personas que han perdido la vida desde el inicio de la pandemia, pero con la esperanza que se abre con la vacunación. Se calcula que más de un centenar de profesionales sanitarios han fallecido como consecuencia del Covid y cerca de 130.000 se han contagiado. 

La ceremonia civil, conducida por el periodista Fernando Ónega, ha arrancado a las nueve de la mañana, con la entrada de las autoridades a la Plaza de la Armería, distribuidos en asientos colocados formando círculos concéntricos entorno a un pebetero, un diseño similar al utilizado para el primer homenaje de Estado.
 

La cirujana María Díaz Diñeiro toma la palabra

Tras la llegada de los Reyes, la Orquesta de Radiotelevisión Española, bajo la batuta de Virginia Martínez, ha interpretado el himno nacional y el de la Unión Europea, y después, el maestro de ceremonias ha dado la palabra a la cirujana pediátrica del Hospital Universitario de Málaga María Díaz Diñeiro, acompañada por su madre y sus hermanas.

Son las familiares del doctor Joaquín Díaz Domínguez, que fue director médico y jefe del Servicio de Cirugía y aparato digestivo de hospital madrileño de La Paz, donde murió con 67 años en abril del año pasado, pocos meses después de jubilarse. Su esposa también ejerció como enfermera durante 40 años en ese centro y allí dio a luz a sus tres hijas.

"Mi padre ya no está, como tampoco hijos, parejas o hermanos de muchos que asistimos. Mi padre era un hombre bueno, alegre, magnético", ha comenzado. "No nos dijimos adiós, pero no estuvo solo, estuvo con médicos, auxiliares, enfermeras, fueron nuestras manos y ojos, anteponiendo el bien común a su bienestar. No se nos olvidan los días de confinamiento", continúa. "Doy agradecimiento a los hombres de ciencia, especialmente a los que se les fue la vida en ello", ha finalizado.

Tras el discurso de la doctora Díaz Diñeiro, se ha encendido la llama votiva y el Rey le ha impuesto la Gran Cruz del Mérito Civil que se ha concedido a su padre, así como a los familiares de los otros tres sanitarios fallecidos en representación de todo el colectivo.

Protagonismo para los sanitarios

Por sugerencia de la Casa del Rey se ha seguido un criterio de edad para la elección de las cuatro familias de los fallecidos que han recibido esta condecoración en público, entre las que está el de mayor edad, el de menor y una doctora no nacida en España pero que hizo aquí casi toda su carrera. El Rey entregará 102 de estas condecoraciones a los familiares de los fallecidos, cuatro se han hecho de manera pública durante la primera parte de la ceremonia y el resto se harán en un acto privado posterior dentro del Palacio.

Mientras ha sonado el adagio del Concierto para oboe de Alessandro Marcelo en la Plaza de la Armería, han recogido las cruces la hija de doctor Jesús Algaba, otorrinolaringólogo de reconocimiento internacional fallecido a los 79 años en San Sebastián, así como los familiares del auxiliar de enfermería del Hospital asturiano de Jove Pablo Riesgo, que enfermó de Covid, se recuperó pero después recayó y acabó perdiendo la vida el pasado mes de febrero, con 26 años.

El esposo y el yerno de la ginecóloga Nedialka Veleva, nacida en Bulgaria pero nacionalizada española, que murió en enero de este año, con 68 años, tras prestar servicio en un centro privado de Palma, también ha recibido la gran cruz de manos del Jefe del Estado durante la ceremonia.

Los Reyes han dejado después una corona a los pies del pebetero y se ha guardado un minuto de silencio con el intermezzo de la Ópera Cavalleira rusticana de Pietro Mascagni de fondo antes de dar paso a la segunda parte de la ceremonia, que ha tenido como protagonistas a las primeras personas vacunadas en España.

Araceli, la primera vacunada, también ha hablado

Ónega ha cedido la palabra a Araceli Hidalgo, la afortunada anciana de 97 años a la que se inoculó la primera dosis el pasado mes de diciembre y que alcanzó la 'fama' por ese hito cuando explicó a los medios de comunicación qué había sentido al recibir la vacuna. Ha estado acompañada por su hija Carmen, que ha dicho unas palabras, su hijo, su nieto y su bisnieta.

"Quiero mandar un mensaje a todos los grupos sanitarios, que con su trabajo y esfuerzo han salvado muchas vidas y están salvando, a los enfermeros, trabajadores de ambulancias, para que hagan bien su trabajo. A los jóvenes les digo que respeten la pandemia. Les mando también un mensaje a mis compañeros, a los trabajadores de la Residencia Los Olmos", ha asegurado Araceli, en un emotivo mensaje. "Quiero expresar nuestro agradecimiento a los colectivos que han contribuido a nuestro cuidado, con una entrega absoluta. Doy fe de ello por cómo han protegido a mi madre en la residencia. Quiero compartir nuestra admiración a la ciencia, que nos permiten mirar el futuro con ilusión y esperanza", ha añadido su hija Carmen.

También han estado presentes en la Plaza de la Armería más mayores que estuvieron entre los primeros vacunados en distintas comunidades autónomas y cuyas edades oscilan entre los 78 y los 96 años. 

Un emocionante 'Hallelujah' y concluye el Rey

Uno de los momentos más emotivos ha sido cuando se ha escuchado el 'Hallelujah' de Leonard Cohen. También se ha se proyectado un vídeo con el título de 'Esperanza' con historiales reales de superación en la pandemia y a continuación ha llegado el discurso del Rey.

"Hace un año nos reunimos en este mismo lugar para rendir con emoción el homenaje a miles de personas fallecidas por la pandemia. Sería un día grabado en nuestra memoria y corazones, que dejaría huellas. Regresamos para recordar a los que desde entonces no están con nosotros y mostrar nuestro respeto, reconocimiento y admiración al personal sanitario que ha trabajado con entrega tratando de contener una enfermedad para la que entonces no se disponía de tratamientos ni vacunas", ha comenzado el Rey.

"Los silencios, los testimonios, música, símbolos, nos ayudan a sentir colectivamente algo profundamente personal e íntimo. No existen palabras que consuelen la pérdida de un ser querido, pero contáis con todo nuestro sentimiento y mayor respeto. España jamás olvidará a los ciudadanos que se enfrentaron a esta enfermedad, a los que fallecieron en soledad, a la generación de mayores que tanto vacío han dejado y a la que tanto debemos. Y por supuesto a los profesionales de sanidad que se dejaron la vida salvando y tratando de salvar a muchas otras. Han dejado huella en nuestra historia", ha continuado a modo de reconocimiento.

"Es tarea de todos seguir cuidándonos y protegiéndonos. Nadie puede quedar al margen ni permanecer indiferente. Seguimos luchando contra el virus. Esta mañana quiero subrayar el reconocimiento a nuestros sanitarios. Actuaron de acuerdo a su conciencia cívica y solidaria dando lo mejor de sí mismos, con todo el coraje y voluntad que pudieron", recuerda, rememorando también las palabras de los sanitarios con la concesión del Premio Princesa de Asturias de la Concordia del año 2020. 

"Todavía seguís vacunando en todos los rincones. Sois un referente ético y social, y un motivo de esperanza para todos los sanitarios. La recuperación depende de todos. Debemos tener confianza en nuestros valores y en los avances de investigación científica y médica. Un año después nos acompaña la esperanza, que representan las vacunas, nuevos tratamientos, y con ellos la perspectiva de una nueva situación sanitaria. La pandemia nos ha puesto a prueba y ha marcado un antes y un después en nuestras vidas, mostrando lo necesaria que es la cooperación. La unidad es fundamental. Honremos la memoria de quienes no sobrevivieron. Sigamos construyendo en su ausencia, pero con su recuerdo, un país mejor para las próximas generaciones", ha concluido.

Unos 45 minutos después el acto ha finalizado con la interpretación de la canción 'Por eso cantamos juntos', compuesta por Josu Elberdin e interpretada por el Orfeón Pamplonés, bajo la dirección de Igor Ijurra Fernández, un coro intergeneracional, compuesto por 52 cantantes cuyas edades oscilan entre los siete y los 85 años.

Urkullu, Aragonès y Vara no han asistido

En este ocasión no han participado en el homenaje la Princesa Leonor ni la infanta Sofía, pero junto con los Reyes sí ha asistido el grueso de las autoridades del Estado, así como representantes de la sociedad civil y del cuerpo diplomático. En total se estima que ha habido una asistencia de unas 700 personas.

El Gobierno ha acudido en pleno con la excepción del titular de Interior, Fernando Grande Marlaska, que tiene una reunión del Consejo de Ministros de Interior de la UE. De los presidentes autonómicos han excusado su presencia el lehendakari, Iñigo Urkullu, el catalán, Pere Aragonès, y el extremeño, Guillermo Fernández Vara, según han informado fuentes de Moncloa.

Sí ha habido una representación de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), y han asistido el alcalde de Madrid, José Luis Rodríguez Almeida, así como los líderes de PP, Pablo Casado; Ciudadanos, Inés Arrimadas; el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban; el secretario general del grupo de Unidas Podemos, Txema Guijarro; el diputado de UPN Carlos García Adanero y el portavoz de Junts en el Senado, Josep Lluis Cleries. Como el año pasado, Vox ha decidido desmarcarse de este acto.