La marea blanca avanza hacia una primavera caliente

PÚBLICO: Un conglomerado de frustraciones recorre España. Protestas con denominador común pero independientes unas de otras. Las políticas del PP son el lugar en el que confluye el malestar. Madrid, Andalucía y Galicia han vivido estos días manifestaciones en defensa de la sanidad pública contra el modelo que proponen los gobiernos conservadores de Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno y Alberto Núñez Feijóo.


La guerra en el PP ocupa las portadas, mientras que el eco de sus políticas provoca que los sanitarios y los pacientes reclamen mejoras estructurales, contrataciones y más inversión desde las comunidades autónomas. Las movilizaciones en defensa de la sanidad pública ya son una constante en la agenda semanal. Desde el sindicato SATSE para reivindicar el papel de los enfermeros y fisioterapias, que este martes volvieron a protestar en los hospitales de España, hasta Comisiones Obreras, UGT y movimientos regionales. Las protestas y marchas son continuas y la intención es que se repitan con asiduidad.

Dos años de pandemia han bastado y ahora que la normalidad se deja entrever, la ciudadanía se suma a las protestas de médicos y enfermeros, que durante la pandemia han trabajado en condiciones límite.

Andalucía se destapó este fin de semana como capital de la reivindicación tras concentrar hasta a 80.000 personas, según sindicatos, en diferentes manifestaciones contra las políticas del Partido Popular. En Sevilla, unas 9.000 personas salieron a la calle el mismo día que el PP pugnaba en una lucha interna entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso.

"Desde la llegada del PP al gobierno andaluzse sigue una política constante de devaluación con externalizaciones, despidos y privatizaciones, pese a que el gobierno de la juna dice tener superávit en las cuentas", sostienen desde la portavocía de Comisiones Obreras en Andalucía.
En Andalucía, hasta 8.000 contratos de refuerzo de sanitarios durante la pandemia -denominados "contratos covid"- no fueron renovados pese a las necesidades de la comunidad, con cierto regodeo añadido tras su despido por parte del vicepresidente Juan Marín: "¿Alguien me dice que contratando a esos 8.000 sanitarios vamos a solucionarlo todo?", apuntó el político, uno de los pocos miembros de Ciudadanos supervivientes en primera línea política.

"Quieren maquillar una realidad que no es, porque manejan estadísticas que no sabemos de dónde sacan. No hace falta más que ir a cualquier centro de salud para ver que están cerrados, que hay colas, listas de espera en especialistas... El Gobierno maquilla la realidad", critican desde CCOO. En Andalucía hay 2,8 facultativos por cada 1.000 habitantes, cuando el promedio nacional está en 3,4. Junto con Ceuta, es el peor dato de España.
"La Agencia de Contratación Sanitaria en Madrid favorece muchísimo la privatización y las corruptelas"En la Comunidad de Madrid, tierra abonada a gobiernos del Partido Popular, la pretensión de crear una Agencia de Contratación Sanitaria ha sido la que ha despertado la crítica. Sospechosa de "favorecer la privatización", la medida inserta dentro de un anteproyecto -conocido como Ley Ómnibus- y tramitada con carácter de urgencia, ha provocado que la Marea Blanca saliera este domingo a las calles de Madrid.
"Esta agencia de contratación permite hacer lo que quieran cuando quieran. El contrato del hermano de Ayuso lo podría haber hecho esta agencia sin que apareciera en ningún sitio y sin necesidad de acogerse a situaciones extraordinarias. Favorece muchísimo la privatización y las corruptelas", sostiene Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). 
En Galicia, mientras Feijóo suena como candidato para reemplazar a Pablo Casado, los sanitarios recuerdan cómo sus políticas han desarmado paulatinamente la sanidad pública gallega. Y una manifestación masiva este fin de semana contribuyó a ello. "Somos dos pueblos con una distancia de cinco kilómetros y el objetivo era denunciar la situación de la Atención Primaria y denunciar las políticas de la Xunta de Galicia. No invierten en quien nos cuidó durante la pandemia y generan abandono y desprotección", relata Carmen Nores Maquieira, presidenta de A Voz da Sanidade de Cangas.

Este fin de semana, dos pueblos colindantes a la ciudad de Vigo, Cangas y Moaña, aunaron fuerzas ysacaron unas 5.000 personas a la calle para reclamar instalaciones y medios en sus localidades. Una cifra inmensa tratándose de dos regiones que en conjunto tienen unas 40.000 personas. Precarizadas al máximo, sus habitantes tienen que acudir a Vigo para poder ser tratados con la calidad que se exige a la sanidad pública.

"Feijóo suprimió 1.000 plazas previstas y más de 60 centros de salud pensados a futuro"Manuel Martín, de SOS Sanidade Pública, explica el motivo de la manifestación: "En Moaña llevan años reivindicando un nuevo centro de salud, porque el que tienen quedó obsoleto. Han tardado años en que empiece la obra y aún va para largo. El centro de urgencias estaba cerrado y la población tenía que recurrir a otros lugares, incluida la privada. Además, Feijoo recortó los servicios de ambulancia y dejó sin servicios a Moaña. Vigo está lejos y tienen que desplazarse allí para la atención especializada. El enfado de la población es tremendo. Todas las semanas hay concentraciones", sostiene.

Martín recuerda las políticas privatizadoras de Feijóo: "Cuando llegó Feijoo había un plan de mejora de la Atención Primaria que eliminó. Suprimió 1.000 plazas previstas y más de 60 centros de salud pensados a futuro. Se introdujeron recortes aprovechando las jubilaciones anticipadas, al no reponerlos se perdieron plazas. Cerraron centros de salud en el entorno rural y después redujo el presupuesto de la Atención Primaria, que aquí está en torno al 11%", aclara.
 

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