Las camas no curan la covid-19

PÚBLICO: Es un hecho: nos encontramos en el peor momento de la pandemia de covid-19, con una tercera ola que está arrojando cifras de contagio aterradoras y una maltrecha economía que nos pone contra las cuerdas a la hora de afrontar la crisis. Ante el repunte de contagios y una tasa de incidencia acumulada que ya roza los 1.000 positivos por cada 100.000 habitantes, todas las Comunidades Autónomas (CCAA) anuncian un incremento de las camas para reducir la presión hospitalaria. Sin embargo, ninguna refuerza el personal sanitario y lo que está fuera de dudas es que las camas no curan la covid-19.


Remodelación de UCIs para que alberguen a más pacientes de lo habitual, reconversión de las cafeterías y los gimnasios de los hospitales en UCI, habilitación de hoteles como centros hospitalarios, creación de hospitales de campaña con ayuda del ejército... todas ellas son medidas que diverdas CCAA anuncian jactándose de su anticipación para hacer frente a la presión asistencial que genera el coronavirus.

Sin embargo, ¿qué está sucediendo con el personal sanitario que atiende todas esas camas hospitalarias? Que no sólo no se incrementa proporcionalmente, sino que se reduce. La cruda realidad nos revela que además de no haberse reforzado convenientemente la Sanidad Pública, las bajas entre el personal sanitario se disparan. Da igual que región escojan, en la Comunidad Valenciana cuentan con unos 2.000 profesionales menos por ser positivos en covid-19, mientras que en Málaga las bajas por coronavirus entre sanitarios se suceden a un ritmo de 20 al día.

Los diferentes gestores autonómicos nos venden crecepelo con charlatanería barata mientras lucen calvorota, a la que parece sacar brillo el gobierno de España, que mira para otro lado escudándose en que la Sanidad es competencia autonómica. Tras esa palabrería, la realidad es que no hay ni personal médico ni de enfermería suficiente para hacer frente a la tercera ola, pese a un esfuerzo y sacrificio, pese a su explotación, dado que están doblando turnos, trabajando precariamente. Los pocos refuerzos que llegan, además, son profesionales sin ninguna experiencia ni habilidad para desenvolverse en estas situaciones, lo que termina por multiplicar los contagios. 

La prevención es crucial, cierto, y por ello es importante no descuidar las medidas que anuncian los gestores autonómicos, pero lo que es inadmisible es que oculten su pésima gestión sanitaria bajo demandas de adelantos de toques de queda o de confinamientos domiciliarios. Las camas por sí solas no curan la covid-19... y los aplausos desde balcones tampoco.