EL PAÍS: Los sindicatos UGT, CCOO y Satse han firmado un convenio con la patronal de la sanidad privada para regular las condiciones laborales de cerca de 75.000 profesionales en la Comunidad de Madrid. Tras dos años de negociación, han conseguido una subida de salario de un 15% progresiva en cuatro años. La lucha por esta subida salarial ha sido una de las razones principales por las que la negociación se ha alargado tanto, ya que los sindicatos han conseguido firmar que esta retribución no pueda provenir de los complementos extra que hacen las empresas privadas a sus trabajadores, al menos en los sueldos inferiores a 35.000 euros al año. El convenio reduce también las horas anuales permitidas y las deja en 1.680 horas al año, que se acerca más a las 1.640 de límite que tiene la sanidad pública.

Este convenio ha servido también para introducir algunas novedades respecto a lo anteriormente negociado, como eliminar la jornada mínima y máxima, por lo que se puede pactar con la empresa, siempre de forma voluntaria, hacer jornadas superiores a 10 horas para luego librar otros días. Esto ya se puede hacer en la sanidad pública, donde no hay límite al ser personal sanitario, siempre que no se superen las horas anuales. Otra novedad es que se incluyen 12 horas anuales para el acompañamiento de familiares de primer grado de consanguinidad o afinidad a pruebas o consultas médicas y para la “asistencia de la persona trabajadora a consultas de especialistas en la sanidad privada”, según reza un comunicado de UGT sobre el convenio.

María Teresa Benavides, de la sección de servicios públicos de UGT, agradece muchísimo haber conseguido llegar a este acuerdo: “Las pólizas privadas han aumentado un 40% desde la pandemia con el empeoramiento de la sanidad pública y eso no se ha traducido en mejoras para los trabajadores”. El acuerdo estará vigente hasta finales de 2026 e incluye también los permisos que contemplaba el convenio anterior: cinco días para cuidar de familiares enfermos y un día natural más por fallecimiento de un familiar de hasta segundo grado, entre otros. En la pública, además de los permisos con los que cuenta ahora la privada, tienen seis días más de libre disposición. De hecho, a partir de ahora los trabajadores de la privada podrán disponer de un día de libre disposición, que cuenta como tiempo efectivo de trabajo.

El anterior convenio incluía también 15 días naturales para el registro de parejas de hecho, cuatro días al año por causas de fuerza mayor y tres días por cuidados asistenciales en domicilio, cinco si hay desplazamiento. Julián Ordóñez, también de UGT, aclara que aunque el convenio de la sanidad privada tenga peores condiciones que el de la pública, “luego se negocia con los comités de empresa y las condiciones pueden mejorar y llegar a ser muy similares”. “Durante la negociación de un convenio siempre se dejan cosas que luego con la empresa en cuestión se pueden mejorar, cualquier mejora que haya en la sanidad pública se intenta acordar luego con las empresas”.

El nuevo convenio también recoge que se pagará un complemento especial a los trabajadores que trabajen con rayos X, por ejemplo, en clínicas dentales, a los que se dediquen a la anatomía patológica y a los que trabajen en farmacia y estén en contacto con sustancias citostáticas o similares, que pueden resultar tóxicos. Otro de los puntos que incluye el nuevo convenio es que los trabajadores deban conocer su periodo de vacaciones dos meses antes de que empiece. En la pública este periodo se asegura 15 días después de haberlas solicitado si hay silencio administrativo.

Ordóñez explica que una de las mayores reivindicaciones que hay en la privada y que queda todavía por conseguir es que en la sanidad pública la carrera profesional tiene cuatro niveles y según se va ascendiendo por la experiencia y los méritos puede suponer una diferencia de “hasta 1.000 euros de diferencia en el salario con un trabajador de la privada”, según lo establecido en ambos convenios.