El Porvenir: El cese del coordinador y la dimisión de la supervisora de Enfermería de urgencias de Toledo hace menos de tres semanas por las condiciones precarias en las que el personal de este servicio debe desarrollar su labor ha llevado a la Gerencia del Complejo Hospitalario de Toledo a ser menos intransigente a la hora de abrir, aunque sea manera parcial, la cuarta planta del Hospital Geriátrico "Virgen del Valle" que lleva cerrada desde hace siete meses pese a la saturación periódica que sufre urgencias por la falta de personal, de espacio y de camas disponibles para ingresos.

Así, las presiones de los trabajadores de urgencias y la llegada del frío y la gripe han llevado a la Gerencia a abrir desde hace una semana de manera parcial esta planta de hospitalización, solo con ocho camas disponibles y con la orden de dar las altas a las nueve de la mañana.

La Gerencia ha contratado a tres enfermeras y tres auxiliares de Enfermería hasta el próximo día 21 de noviembre, y por ahora, a ningún celador. Según las fuentes consultadas por El Porvenir, este personal es el justo para atender ocho camas las 24 horas del día. Si se abren más, se quedaría corto. Todo cogido con alfileres.

Esta planta se abrió por primera vez desde el pasado mes de marzo el pasado día 4 de noviembre, aunque solo durante 24 horas. Ese mismo día la gerente del Complejo Hospitalario de Toledo, Cristina Granados, había cesado de manera fulminante al entonces coordinador de urgencias por "pérdida de confianza", según la versión oficial, y según la de los trabajadores, por la negativa de este profesional a seguir "escondiendo" a los pacientes que se acumulaban en urgencias hasta en la sala de triaje mientras esa cuarta planta del Valle se mantenía cerrada.

Las dos habitaciones misteriosas

Las ocho camas abiertas no se encuentran en las dos habitaciones que a mediados del pasado mes de octubre se acondicionaron de manera expresa, con visita incluida de directivos del Complejo Hospitalario de Toledo, cuando la planta permanecía todavía cerrada.

Esta visita y que la planta fuera montada totalmente y reservada, además de una habitación que se iba a utilizar de almacén, puso de aviso al personal sanitario de ese centro hospitalario en un momento en que la crisis abierta por el contagio de ébola de Teresa Romero estaba en su apogeo.

La planta cuarta dispone de un acceso directo a través de un montacargas y se encuentra en el mismo pasillo que la unidad de atención de altos cuidados (parecido a una UVI) que dispone el centro hospitalario. Se puede acceder y salir de la planta, por tanto, sin pasar por el hospital.