EL DIA: Un grupo de personas volvió a concentrarse este sábado por la noche en señal de protesta por el cierre del servicio de urgencias de su centro de salud.

En un comunicado enviado este domingo a los medios de comunicación, hicieron constar que "la sanidad supone un derecho básico que tenemos todas las personas, en igualdad de condiciones, vivamos donde vivamos, y a la que no estamos dispuestos a renunciar". Además, consideran las urgencias "un servicio imprescindible, que debe garantizarse sin tener en cuenta su coste, por cuanto nuestro Estado tiene como finalidad compensar las situaciones más desfavorecidas del mundo rural respecto del mundo urbano".

El documento aludía también a la salud como algo "fundamental para cualquier persona, pero todavía mucho más para la población de nuestra zona, de edad avanzada y sin posibilidad, muchos de ellos, de trasladarse en caso de necesidad urgente". Por lo que -añadían-, "las autoridades públicas deben garantizarla en todo momento y de la mejor calidad". Y es que consideran que "de la rapidez en la intervención en urgencias depende la supervivencia de una persona en muchos casos, por lo que la anulación de las urgencias pondrá en riesgo a nuestros vecinos, lo que no estamos dispuestos a consentir".

 A su juicio, "la eliminación de las urgencias conlleva poner en riesgo la supervivencia de nuestros pueblos, por cuanto la población tratará de buscar sitios donde tenga garantizada la asistencia médica, y nuestros pueblos acabarán vaciándose de gente y desapareciendo por la falta de servicios".