La muerte de un hombre en unas urgencias sin médico reaviva el debate sobre la decisión de Madrid de dejar centros solo con enfermeras

EL PAÍS: Un hombre de 72 años murió el pasado sábado frente las urgencias extrahospitalarias del centro de salud Cerro del Aire de Majadahonda. El Cerro del Aire es un Centro de Continuidad de Cuidados de Enfermería (CCCE), es decir, con dos enfermeras y sin personal médico, y eso es precisamente lo que denuncia la Plataforma SAR-SUAP de profesionales de la Urgencia Extrahospitalaria de Madrid, que el paciente llegó con un ataque al corazón y no pudo ser atendido por un médico. “Lo que podía pasar pasó de nuevo”, se lamenta la plataforma, en referencia a otro caso, el de un paciente que también murió, en su caso en su domicilio de Arganda del Rey, en noviembre de 2022, y de un bebé en Paracuellos del Jarama en diciembre de ese mismo año, aunque en ese último caso algunas fuentes declararon en su momento que ya había llegado sin vida. La Consejería de Sanidad, que reconoce los hechos, alega que el hombre que murió el 27 de enero tenía “posiblemente” patologías previas y que sufrió un “infartazo irreversible”, del que no le hubieran podido recuperar “ni 16 cardiólogos”, que habrían “hecho lo mismo que las enfermeras”.


La portavoz de esta plataforma y médico Isabel Barrio explica por teléfono que han hecho público el caso “en respuesta a la demanda de uno de los enfermeros que asistieron al fallecido”, ya que “pone de manifiesto una vez más” todo lo que venían vaticinando: que se iban a producir “situaciones en las que se comprometa la vida de la gente y se pierdan vidas”. “Nadie duda de que la enfermería está muy capacitada para hacer cualquier tipo de actuación en situaciones de emergencia, pero se necesita un médico para, por ejemplo, diagnosticar y pautar medicación. Los centros de enfermería son perfectos para otras cosas, pero no para atender urgencias de manera completa”, defiende Barrio.

Según esta médico, el hombre ya había ido a una clínica con su seguro privado y le habían dicho que no tenía nada, pero como se seguía sintiendo mal “acudió a las doce y media de la mañana caminando al CCCE Cerro del Aire”, en cuyo aparcamiento sufrió una parada cardiorrespiratoria. En su auxilio “acudieron rápidamente los profesionales de enfermería, que iniciaron maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) básica, mientras se avisaba al 112, que activó una UVI que tardó más de 20 minutos”. Cuando llegó la UVI, “tras 30 minutos de maniobras avanzadas o RCPA, solo se pudo certificar el fallecimiento”. A la plataforma, que envía el pésame a la familia y muestra todo su “apoyo a los compañeros que hicieron todo lo que estaba en sus manos por intentar salvarle, le queda “la duda de si el desenlace hubiera sido distinto si ese centro hubiera estado dotado con equipo completo”.

Eso es justamente lo que tenían todas las urgencias extrahospitalarias. Eran 78 puntos, entre los SAR rurales y los SUAP urbanos, hasta que fueron clausurados durante la pandemia. Después de un largo conflicto y de al menos seis planes fallidos, el Gobierno regional anunció en octubre de 2022 que 49 de ellos reabrirían con equipo completo (un médico, un enfermero y un celador, los llamados Centros de Continuidad Asistencial Médica o CCAM) y los 29 restantes, solo con personal de enfermería. “Las emergencias deben ser atendidas siempre por un equipo completo y, por supuesto, siempre bajo un diagnóstico médico. Quien decidió que esos 29 dispositivos pueden funcionar sin médico tiene la directa responsabilidad de lo ocurrido en este y en todos los otros casos”, apunta la plataforma directamente contra el Gobierno regional.

Por su parte, Sanidad no niega la mayor, que allí no había un médico, pero sí afirma que su presencia no hubiera cambiado el desenlace y también discute el tiempo de respuesta. Un portavoz de la Consejería explica que se trataba de “un varón 120 kilos de peso que se desplomó súbitamente” a unos 20 o 30 metros del centro. “Una de las enfermeras vio la situación desde el interior y acudió de inmediato a atenderlo, mientras se movilizó a la UVI del Summa 112 de Las Águilas y a la Cruz Roja de Brunete”, relata el portavoz, que asegura que “en ocho minutos estaba la UVI allí”. “Es absolutamente falso que tardase 20 en llegar”, subraya la misma fuente.

Mientras, las enfermeras, “una de ellas experta en RCPA porque había trabajado en el Summa 112, le practicaron el protocolo habitual, con masaje cardiaco y con la vía puesta, hasta que entró en asistolia ―ausencia total de sístole cardiaca o latido―”. Para Sanidad, “la actuación de las enfermeras fue impecable”. Con la llegada de la UVI se continuaron las maniobras, pero “se confirmó el fallecimiento tras aplicarle adrenalina”. Según su versión, “el cuadro que presentaba era muy complicado, con 72 años, obeso y con alta probabilidad de tener hipertensión arterial y de ser diabético”. Así, se trató de “una absoluta desgracia”, de un fallecimiento fulminante” contra el que nada se podía hacer. “Si hubiera habido un médico, es muy posible que tampoco se hubiera podido hacer nada por él porque le habría realizado las mismas maniobras que las enfermeras”, concluye Sanidad. Sobre que no haya doctores en este servicio de urgencias en concreto, Sanidad explica que se decidió así porque el Cerro del Aire “no está lejos del Hospital Puerta de Hierro” y, sobre el nudo gordiano del asunto, que no los haya en 29, se remite al contexto general “de la falta de médicos que se sufre en toda España”.

Juan Antonio Hervás, enfermero del Summa 112 y miembro del sindicato de enfermería Satse, estaba de guardia ese día en su base, precisamente en Cerro del Aire. “Cuando llegué me encontré con las compañeras y estuvimos revisando lo que habían hecho. El caso era tremendamente difícil”, cuenta Hervás, que precisa que no solo le hicieron la RCP básica, sino “instrumentalizada”, es decir, que ”lo monitorizaron, le administraron medicación y le dieron dos descargas con un desfibrilador”. Hervás da la razón a la Comunidad en que las enfermeras aplicaron el mismo protocolo que hubiera seguido un médico, pero coincide con la plataforma en que “toda urgencia extrahospitalaria tiene que tener médico”.

También entrevistado por teléfono, el médico Ángel Bayo, responsable de los Centros de Continuidad Asistencial o CCA ―que engloban a los CCCE con enfermeras y a los CCAM con médico― del sindicato Aytms, afirma que este caso subraya “lo que tenemos todos claro: que es dramático tener unos servicios abiertos sin las mínimas garantías de seguridad asistencial, bien por una falta de sanitarios o porque no existan todos los miembros del equipo exigibles para que un servicio esté abierto”. “Ya cuando se produjo la reorganización aseguramos que no era viable abrir dispositivos sin esta garantía, que iba a ser un problema tanto asistencial como laboral. Y 15 meses después damos fe y evidenciamos la realidad”, sostiene Bayo. ”Están engañando a la población, les dicen que tienen 78 dispositivos, pero es mentira. Están abiertos, pero no funcionan como deberían. Es la destrucción por inanición”, critica la médico.