No pudo operarse porque no había anestesista en el Gregorio Marañón

 EL PLURAL: El deterioro de la sanidad pública afecta ya a emblemáticos hospitales, como el Gregorio Marañón, en Madrid, un centro de referencia en el tratamiento contra el cáncer. El drástico recorte en personal sanitario, 53.000 trabajadores menos en dos años según la Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública, está provocando que se tengan que suspender operaciones simplemente porque falta, por ejemplo, un anestesista. Increíble en otros tiempos, pero hoy una realidad.


La operación de Raquel se suspendió por falta de anestesista
El País recoge el caso de Raquel Moreno, de 47 años, que vio, el pasado 18 de marzo, cómo se suspendió su intervención quirúrgica cuando ya estaba lista para ser operada por falta de un anestesista.

Su operación no era de vida o muerte, pero su situación tampoco es cómoda. Fue operada hace años para practicarle una colostomía, que consiste en una abertura en la pared abdominal que permite la salida de las heces, pero que tiene el inconveniente que cada cierto tiempo le provoca una hernia. Precisamente iba a ser intervenida a causa de esa hernia.

El anestesista había trabajado hasta las 2 de la madrugada
Cuando ya estaba lista para entrar el quirófano le informaron de que su operación se suspendía “por falta de personal”, no “había anestesista”. El personal del hospital le explicó que una operación del día anterior se extendió por 16 horas, hasta las 2 de la madrugada, y que se había optado porque “el equipo descansara y se pospusieran las operaciones programadas”. No había otro anestesista disponible para participar en su intervención.

Un quirófano cerrado por falta de personal
El quirófano estuvo cerrado esa mañana por falta de anestesista, a pesar de la alarmante lista de espera que, según el dato recogido por El País, ascendió en septiembre pasado a 71.000 pacientes, una cifra récord.

Una política sanitaria de derechas
El deterioro de la sanidad pública es el resultado de una política de derechas, marcada desde el Gobierno central, con decisiones como el vergonzoso cobro de medicamentos a enfermos crónicos y graves, y que siguen el pie de la letra e, incluso, aventajan gobiernos autonómicos gobernados por el PP, como es el caso de Madrid o Castilla-La Mancha, o de CiU, en Cataluña.

La situación extrema de Castilla-La Mancha
ELPLURAL.COM ha informado de manera reiterada sobre la situación de la sanidad en Castilla-La Mancha, que preside la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, con listas de espera récord, a pesar del intento de silenciamiento del gobierno regional, y con situaciones de hacinamiento inconcebibles en otro tiempo, que ha desencadenado en situaciones trágicas, como la muerte de dos pacientes, en diciembre pasado. Todo esto unido a la reducción de plantilla de personal sanitario.

Cataluña
En Cataluña, donde también gobierna la derecha, la situación no es mejor y también ha habido casos de muertes presuntamente provocadas por negligencias, según las denuncias de familiares. Cierre de centros de salud, reducción de horarios de atención, reducción de camas, de quirófanos y de consultorios locales, eliminación del tiempo de garantía de ciertas intervenciones, Expedientes de Regulación de Empleo que dificultan el derecho a la atención sanitaria de los catalanes.

Madrid
Una política de recortes que se combina con una tendencia a beneficiar a la sanidad privada. Así ha sido en las comunidades mencionadas y, también, en la Comunidad de Madrid, donde Esperanza Aguirre, primero, e Ignacio González, después, han intentado imponer un plan privatizador en contra del criterio de médicos y personal sanitario, y también de los madrileños en general, aunque por el momento les haya salido mal.

 

 

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